Todos los que me conocéis, sabéis que no soy practicante... como dice mi padre, aún hay tiempo..., pero hasta que ese momento llegue deciros, que hoy he subido la Escalera Santa... y el aire, entre 28 padres nuestros, era especial. Algo que no sabría explicar, de esas cosas que no sabes si son por algo sobrenatural o por todo lo que rodea del lugar, el saberse poseído de un momento que alguien vivió como único, irrepetible y que marco las historia de la humanidad, la Fè. Solamente de pensar que por ahí bajo y subió Jesucristo, imaginar el ruido estruendoso del gentío chillando y pidiendo su muerte. Ver como ciertas hendiduras marcadas con una cruz, enmarcan lo que se supone fue gotas de sangre de su martirio... eriza el vello.. no sé si es devoción cristiana, sinceramente no lo creo. Pero si saber tocar algo que es único en el mundo... una reliquia viva.. porque esta viva, después de 1800 años... se dice pronto...
De Camino a San Giovanni, unas fotitos con Mely y su chico, Dario... un hombre encantador.
Magnifico son las esculturas sobre pared... la Basílica esta llena, riquísima de ornamento.
Tanto en frescos, como en artesonado, esculturas de cuerpo entero enormes,, incluso los suelos son de mármol muy trabajado.
Esta es la otra parte de la puerta Santa, la interior. Aquella que se rompe cada 25 años para su jubileo.
Aquí la puerta Santa... la Pontifical solo se abre cada 25 años.
Una belleza imposible de perderse si venís a Roma.
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