LE MADONNELLE

Las Madonnelle son pequeños santuarios en los ángulos de los palacios antiguos.


Suman más de 500, distribuidos principalmente en el centro histórico, pero al mismo tiempo había miles, como se desprende de una encuesta realizada en el siglo XIX.











La mayoría de ellos están dedicados a la Virgen María, de la que tomó su nombre, pero algunos también representa otra temas sagrados.


Estos pequeños altares parece ser que vienen al igual que en Galicia los cruceiros como protección ya que era costumbre en tiempos romanos, estos símbolos para dioses paganos que protegían en los cruces de las calles.

Muchos son los que se han perdido... pero se conservan principalmente los comprendidos entre el siglo XVII a principios del XIX. De estilo neoclásico y barroco principalmente.




















Son muy curiosos los que portan incluso una luz o una linterna para que se vean... otros portan flores y hornacinas.. y todos o casi todos una imagen casi siempre consagrada a la Virgen Maria. Algunos están tan altos que son difíciles hasta de fotografiar.. en general son bonitos, algunos maravillosos y muchos pasan desapercibidos entre tanto gentío.






También son muy comunes los que tienen una pequeña cornisa o semicúpula que los protege.




Durante principios del siglo pasado... ya que las calles de Roma no estaban bien iluminadas eran los vecinos quienes se ocupaban de su limpieza y que siempre hubiese una luz de vela, candil o antorcha.








Lo mas curioso dentro de la fe o la costumbre es la creencia de que muchas de ellas han sido milagrosas. Algunas con sanaciones tan relevantes que fueron quitadas de las esquinas y puestas en el interior de las Iglesias. A otras se les atribuye de forma oficial por la iglesia movimiento en los ojos, por lo visto en bastantes de ellas, hay datos de que en algún momento de su historia variaron la mirada.

"Ya en la época de la República Francesa en Roma se creía por un sinnúmero de fanáticos que viajaban para ver las Madonnas de las calles públicas, como muchas de ellas abren sus ojos y se vuelven a verter lágrimas. En 1835, acercándose a la cólera  El Papa]  o algunos crédulos o impostores , se empezo a correr la voz de que eran milagrosas".